¿Es malo eliminar la cámara de aire de la fachada para insuflar?

La eficiencia energética en los edificios se ha convertido en una prioridad, y una de las técnicas más populares para mejorar el aislamiento térmico de las viviendas existentes es el insuflado de material aislante en la cámara de aire de la fachada. Esta cámara, un espacio vacío entre el muro exterior y el tabique interior, fue concebida originalmente para ofrecer cierto grado de aislamiento y permitir la ventilación, ayudando a evacuar humedades. Sin embargo, su efectividad es a menudo limitada. La pregunta que surge es: ¿es perjudicial rellenar este espacio? La respuesta, como en muchos casos, no es un simple sí o no, sino que depende de diversos factores.

La función original de la cámara de aire y por qué se considera rellenarla

Las cámaras de aire se diseñaron con la intención de crear una barrera térmica y, en algunos casos, facilitar la ventilación para prevenir problemas de humedad. No obstante, el aire estancado en una cámara no es un aislante tan eficaz como los materiales modernos diseñados específicamente para ello. Además, si la cámara permite corrientes de aire (no está sellada), su capacidad aislante se reduce drásticamente, pudiendo incluso generar «puentes térmicos fríos» en invierno y calientes en verano.

Rellenar esta cámara con un material aislante adecuado (como celulosa, lana mineral, perlas de EPS con grafito, etc.) busca mejorar significativamente el rendimiento térmico de la envolvente del edificio. Los beneficios son claros:

• Mayor confort térmico: Se mantiene una temperatura interior más estable durante todo el año.
• Ahorro energético: Se reduce la necesidad de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano, disminuyendo las facturas de energía.
• Reducción de emisiones de CO2: Menor consumo energético implica una menor huella de carbono.
• Mejora del aislamiento acústico: Muchos materiales insuflados también ofrecen buenas propiedades fonoaislantes.

Posibles inconvenientes y precauciones al eliminar la cámara de aire

A pesar de los beneficios, la eliminación funcional de la cámara de aire mediante insuflado no está exenta de riesgos si no se realiza correctamente:

1. Problemas de humedad: Este es el principal temor. Si la cámara de aire original ayudaba a evacuar humedad por condensación o filtraciones capilares y se rellena con un material no transpirable o que absorbe agua, los problemas pueden agravarse.
   • Solución: Es crucial realizar un diagnóstico previo de la fachada para detectar humedades existentes. Se debe elegir un material aislante transpirable (permeable al vapor de agua) y, si es posible, hidrófugo (que repele el agua líquida). Materiales como la celulosa tratada o las lanas minerales suelen comportarse bien en este aspecto.
2. Condensaciones intersticiales: Al cambiar el comportamiento térmico del muro, el punto de rocío (temperatura a la cual el vapor de agua se condensa) puede desplazarse hacia el interior del cerramiento. Si el material aislante no es permeable al vapor, la humedad podría quedar atrapada.
   • Solución: Un estudio técnico previo puede prever este riesgo. La elección de aislantes con buena transpirabilidad es fundamental.
3. Sellado incompleto o incorrecto: Si el insuflado no se realiza de manera uniforme, pueden quedar zonas sin aislar, creando puentes térmicos y disminuyendo la efectividad del sistema.
   • Solución: Contratar a empresas especializadas con experiencia y maquinaria adecuada que garanticen un llenado completo y homogéneo.
4. Estado de la fachada: Si la fachada exterior presenta grietas o un revestimiento deteriorado, el agua de lluvia podría filtrarse y mojar el aislante, comprometiendo su eficacia y pudiendo causar daños.
   • Solución: Antes de insuflar, es imprescindible reparar cualquier desperfecto en la fachada exterior para asegurar su estanqueidad.

Factores clave para una intervención exitosa

Para que la eliminación de la cámara de aire mediante insuflado sea beneficiosa y no perjudicial, se deben considerar los siguientes aspectos:

• Diagnóstico profesional: Un técnico cualificado debe evaluar el estado de la fachada, el tipo de muro, el ancho de la cámara, la presencia de humedades y las condiciones climáticas de la zona.
• Elección del material aislante: No todos los materiales son adecuados para todas las situaciones. Se debe optar por aquel que ofrezca el mejor equilibrio entre capacidad aislante, transpirabilidad, resistencia a la humedad y comportamiento frente al fuego, adaptado a las características específicas de la cámara y el muro.
• Ejecución por profesionales: La técnica de insuflado requiere conocimientos y equipos específicos para asegurar un llenado correcto y evitar daños en la estructura o instalaciones existentes dentro de la cámara (como cables o tuberías).
• Ventilación de la vivienda: Al mejorar el aislamiento y la estanqueidad de la fachada, es aún más importante asegurar una correcta ventilación de los espacios interiores para renovar el aire y controlar la humedad generada por la actividad diaria (cocinar, ducharse, respirar).

Conclusión

Eliminar la cámara de aire de una fachada para insuflar material aislante no es intrínsecamente malo; de hecho, suele ser una solución muy eficaz para mejorar el confort y la eficiencia energética. Sin embargo, es una intervención que debe planificarse y ejecutarse con rigor. Un diagnóstico previo exhaustivo por expertos como InsuflaTec, la elección del material aislante correcto y la contratación de profesionales experimentados son cruciales para evitar problemas, especialmente relacionados con la humedad. Si se toman las precauciones adecuadas, el insuflado en cámara de aire puede transformar una vivienda ineficiente en un hogar confortable y sostenible.

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